Jorge Garbajosa: "Un torneo de formación siempre es una fiesta"
El próximo día 9 de julio Jorge Garbajosa cumplirá dos años al frente de la Federación Española de Baloncesto (FEB). En su agenda de objetivos se marca en rojo la necesidad de seguir potenciando el valor de la formación como base que sustenta el proyecto deportivo del baloncesto en España. El apoyo a torneos como la Copa de España Alevín no se muestra simplemente con palabras, Jorge Garbajosa fue el padrino de honor de MHL Sports en la concesión del premio Emprén Esport L'Alqueria del Basket por la promoción y desarrollo de eventos deportivos y, en concreto, de la Copa de España Alevín. El mandatorio federativo apuntala la necesidad de seguir reforzando el minibasket como la puerta de entrada, desde la diversión, de muchos niñas y niños hacia el deprote de la canasta.
¿Cómo valora que en una misma instalación se reúnan 32 de los mejores equipos alevines de España tanto en categoría femenina como masculina?
Muy positivamente, por supuesto. Un torneo con equipos de formación es siempre una fiesta, y nosotros lo vivimos cada año en todos los Campeonatos de España de selecciones autonómicas y clubs que organizamos. Reunir a todos estos equipos demuestra además que el baloncesto de nuestros jóvenes despierta interés y que todos los estamentos nos volcamos en su formación, que es trabajar para el futuro del baloncesto español.
Además, esta cita se desarrolla en L'Alqueria una de las mejores instalaciones de Europa. ¿Qué importancia tiene para el baloncesto español poder contar con instalaciones de este nivel?
Una importancia capital, no sólo por la instalación en sí misma, que desde luego es excepcional, sino por todo lo que se vive en ella en torneos como éste de equipos alevines. Para el baloncesto español, L’Alqueria es un orgullo.
En paralelo a esta cita se desarrolla un congreso de Minibasket. ¿Cuáles deben ser los puntos prioritarios en la formación de formadores en estas categorías?
Nuestros entrenadores de minibasket son muy buenos, de los mejores de Europa sin duda, porque están entregados a la etapa más importante en el desarrollo de los niños y niñas en baloncesto: la iniciación. Son los responsables del primer paso en la formación, de fomentar la ilusión por practicar nuestro deporte. Creo que éste es el gran objetivo de los formadores, que los pequeños se ilusionen y empiecen a vivir el baloncesto como lo que es: un estilo de vida que les va a ayudar en su crecimiento no sólo deportivo sino también personal.
A principios de año apadrinó a L'Alqueria del Minibasket en los premios Emprén Esport de la Fundación Trinidad Alfonso. ¿Es indispensable contar con estos reconocimientos dentro de la base?
Los reconocimientos son muy importantes, en este caso aún más porque se trata de reconocer el trabajo de promoción y de base sin el cual la pirámide del baloncesto se desmoronaría. La FEB y la Fundación Trinidad Alfonso trabajamos en proyectos comunes y compartimos la visión de que el baloncesto es mucho más que unas competiciones, que victorias y derrotas. Al final siempre se compite, pero lo verdaderamente imprescindible es fomentar en la sociedad los valores humanos y deportivos que transmite el deporte en general y el baloncesto en particular.
¿Qué valores deben ser las piezas básicas del aprendizaje en esta etapa?
Por supuesto, el concepto de equipo, el compartir el esfuerzo con compañeros y compañeras para aprender que el éxito nunca es individual sino colectivo, resultado del trabajo en común. Y el del trabajo, transmitir que sin dedicación, esfuerzo y capacidad para superar las dificultades, no se puede crecer. Y por encima de todo, entre estos jóvenes, la diversión, que se diviertan jugando a baloncesto, que se ilusionen por seguir haciéndolo.
¿Cuándo comenzó a jugar al baloncesto? ¿Qué recuerdos tiene de su etapa mini?
Creo que todos los que hemos jugado a baloncesto, hayamos llegado o no a ser profesionales, tenemos muy buenos recuerdos de nuestra etapa en el Mini. Los primeros amigos, las primeras victorias, las primeras derrotas también, los consejos de nuestro entrenador, la ilusión de nuestros padres por vernos felices…
Desde la Federación, ¿cómo se trabaja en el desarrollo del Minibásket? ¿Hacia qué dirección debe dirigirse?
Cada año ponemos mucho empeño en que los Campeonatos de España de Minibasket sean mucho más que una competición deportiva, por eso fomentamos la participación de las selecciones de absolutamente todas las comunidades autónomas y la presencia de padres, familiares y amigos. En lo estrictamente deportivo, conjuntamente con las Federaciones Autonómicas y los clubs, hacemos un seguimiento de niños y niñas desde estas primeras edades, que a medida que van creciendo son más personalizados.
¿Qué destaca del trabajo de los clubes españoles en esta fase?
Que es excelente, y no sólo el de los clubs sino también el de las Federaciones Autonómicas, cada una a su nivel de exigencia y posibilidades. Lo podemos comprobar cada año en los Campeonatos de España de todas las categorías de formación y en el nivel de calidad con que nuestros jóvenes llegan a las Selecciones. Es un trabajo al nivel de los mejores países de Europa y del mundo.
¿Cree que es parte del éxito del posterior crecimiento de los jugadores ya en canasta grande?
Por supuesto. Ya lo he dicho antes: sin base, la pirámide no aguanta. No es casualidad que un significativo porcentaje de jugadores y jugadoras que acaban llegando a las selecciones absolutas hayan tenido su primera experiencia en el Minibasket y en especial en los Campeonatos de España.